Un estudio sobre sostenibilidad en La Palma denuncia 29 puntos "negros" en el litoral
M.CH., Los Llanos. EL DÍA. 14 de marzo de 2007.
La presión que está sufriendo el litoral de La Palma por el desarrollo de proyectos urbanísticos y por la falta de control de vertidos contaminantes ha vuelto a ser denunciada tras conocerse una serie de datos aportados por un nuevo estudio desarrollado sobre indicadores básicos de sostenibilidad de la Isla. El Observatorio Internacional por la Sustentabilidad creado por Asociación Aire Libre ha ampliado las quejas vertidas hace algunos años por Greenpeace (en su informe "Destrucción a toda costa") sobre el elevado grado de antropización de la costa palmera.
Según este estudio presentado en una jornadas celebradas en El Paso, actualmente se localizan 29 puntos "negros" en el litoral de la Isla, entre creación de infraestructuras y complejos turísticos, regeneración de playas artificiales, vertidos residuales, aguas de baño con mala calidad, extracción de áridos, contaminación del fondo oceánico y perturbación del ecosistema . En estos capítulos, en el informe destacan municipios como Tazacorte, con un mayor número de puntos conflictivos, seguido de Santa Cruz de La Palma, Fuencaliente, Breña Baja, San Andrés y Sauces, Los Llanos de Aridane, Barlovento y Mazo.
Se trata de uno de los indicadores que marcan el nivel de degradación ecológica que soporta La Palma, muy por debajo del de las grandes islas capitalinas, que más ha crecido desde que, hace ahora cuatro años, se dieran a conocer los primeros datos en ese sentido. Según concreta el estudio, "la presión urbanística y la falta de control en el vertido de aguas negras está dejando una huella medioambiental que empieza a ser notable".
Entre las zonas conflictivas se cuentan unos 15 puntos con vertidos de aguas residuales o basuras en zonas costeras, como el factor que más afecta a la calidad del agua en el litoral de la Isla, debido a la escasez de redes de saneamiento y la precaria depuración. La Palma tiene 6 plantas depuradoras. La totalidad de aguas negras que se depuran se vierten al mar y no se reutilizan. La costa tampoco se libera de la contaminación por vertidos de residuos sólidos, que se encuentran frecuentemente en los barrancos lo que supone que los días de precipitaciones todos los contaminantes llegan al mar. Los residuos sólidos proceden también de vertidos desde embarcaciones.
En cuanto a las obras en la costa, describe, "muchas tienen un gran impacto ambiental, con la ocupación física irreversible del espacio, la desaparición de las comunidades biológicas de la zona, cambio de las características del agua por mayor contaminación y afección a la dinámica litoral. Desde el punto de vista turístico, se sigue autorizando la construcción de más infraestructuras en la franja costera sin atender a las consecuencias de un turismo poco respetuoso con el medio ambiente. El Plan Territorial Especial permitirá construir 25.000 nuevas camas en los próximos 15 años, con varios complejos hoteleros".
A estas dos principales afecciones se unen otras menores, como el impacto demográfico, la mala regeneración de las playas o, recientemente, las explotaciones de cultivos marinos con una gran cantidad de desechos orgánicos.
1 comentario
Ivano Balic -
NO A LA CORRUPCIÓN
NO A LA AUTOPISTA DE EL PASO